la nutrición Enteral (EN) se define como el suministro de nutrientes más allá del esófago a través de tubos de alimentación, y la ingesta oral de alimentos dietéticos para fines médicos especiales. Debe administrarse a pacientes con al menos un intestino parcialmente funcional, cuyas necesidades de energía y nutrientes no pueden satisfacerse con una ingesta regular de alimentos. Otras indicaciones son cuando la dieta líquida se utiliza como tratamiento de la enfermedad, y cuando el tiempo de alimentación en el niño discapacitado se prolonga excesivamente., Las ventajas de la ingesta enteral sobre la nutrición parenteral son bien reconocidas, sin embargo, hay entornos clínicos como las unidades de cuidados intensivos donde las necesidades nutricionales a menudo se pueden satisfacer solo por su combinación a pesar del funcionamiento intestinal. Para la mayoría de los pacientes pediátricos en tratamiento con EN, la fórmula polimérica estándar adaptada a la edad enriquecida con fibras es una opción adecuada., También hay una amplia gama de diferentes formulaciones enterales adaptadas a la enfermedad que pueden ser beneficiosas en ciertas condiciones clínicas, sin embargo, para la mayoría de ellas, los resultados de los estudios controlados faltan o no respaldan las afirmaciones. Para la administración de EN, tanto el estómago como el modo de alimentación intermitente son más fisiológicos; el modo continuo se reserva para pacientes con intestino gravemente enfermo, la alimentación postpilórica está indicada en pacientes con alto riesgo de aspiración traqueal, y la alimentación por gastrostomía es preferible si la duración prevista de EN es superior a 4-6 semanas., Aunque la EN es un método de alimentación bien establecido y eficaz, puede ser mal tolerado y asociado con numerosas complicaciones. Para minimizar los riesgos, se recomienda el desarrollo de protocolos de procedimiento con controles de calidad y auditorías regulares, y el monitoreo por un equipo de apoyo dedicado a la nutrición.
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