El Paracetamol (acetaminofén) es uno de los medicamentos más utilizados, con una gran experiencia que lo establece claramente como el antipirético y analgésico estándar para estados de dolor leves a moderados. Utilizado por primera vez clínicamente por von Mering en 1893, el paracetamol no apareció comercialmente hasta 1950 en los Estados Unidos y 1956 en Australia., Durante las décadas de 1960 y 1970, se planteó una creciente preocupación por la toxicidad de los analgésicos de venta libre, pero en el uso normal el paracetamol mostró un perfil de seguridad consistente. Su historial de seguridad ejemplar se vio empañado por el descubrimiento en 1966 de que una sobredosis importante podría complicarse por daños hepáticos graves y a veces mortales. Afortunadamente, el tratamiento temprano con N-acetilcisteína previene la toxicidad hepática. Un punto de inflexión en la elección del analgésico pediátrico llegó en la década de 1980 cuando la aspirina se vinculó con el síndrome de Reye., Como consecuencia, el paracetamol se convirtió en el principal analgésico y antipirético para los niños con una reducción posterior en la incidencia del síndrome de Reye. Actualmente, el paracetamol es una opción de primera línea para el manejo del dolor y la antipiresia en una variedad de pacientes, incluidos niños, mujeres embarazadas, ancianos, aquellos con osteoartritis, dolores de cabeza simples y aquellos con condiciones musculoesqueléticas no inflamatorias. Con el uso adecuado, el paracetamol rara vez causa eventos adversos y los informes de efectos secundarios graves son raros., Tiene una amplia tolerabilidad y es de especial valor en el tratamiento de pacientes en los que los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos están contraindicados, como los asmáticos sensibles a la aspirina y las personas con riesgo de complicaciones gastrointestinales. En el futuro, una mejor comprensión del mecanismo de acción del paracetamol se puede obtener de una comprensión más completa de las enzimas ciclooxigenasa. Mientras tanto, el paracetamol puede encontrar aplicaciones en otras áreas terapéuticas, como la prevención de la aterosclerosis a través de una actividad antioxidante potencial., En resumen, aunque ha pasado más de un siglo desde el primer uso clínico del paracetamol, sigue siendo una terapia de primera línea de elección en adultos y niños con fiebre y dolor. Además, la investigación actual sugiere que el paracetamol puede tener una utilidad clínica mucho más amplia en los próximos años.