Con la edad no sólo envejecemos por fuera con la aparición de las primeras canas y arrugas, todas las células de nuestro cuerpo lo hacen y con ellas los diferentes órganos y sistemas, incluidas las vértebras y los discos que las separan.

Estas «almohadillas” separan las vértebras entre sí, y su función es la de amortiguar los impactos y evitar que, con cada movimiento o giro, se vaya dañando y desgastando el hueso.,

los discos se deterioran o degeneran

Ya sabes que el disco hace las veces de almohadilla entre dos vértebras para que no choquen entre sí… y que con la edad o con los esfuerzos excesivos –y por supuesto con las posturas forzadas– va deteriorándose.

Los discos se debilitan porque pierden parte de su contenido de agua y pueden ir adelgazándose hasta el punto en el que se acaba alterando su resistencia y su forma. En esas condiciones, cada vez amortiguan menos el roce de las vértebras en cada movimiento.,

Los discos pierden parte de su contenido en agua, se adelgazan y cambian de forma

  • Además, también cambia la estructura de colágeno (proteína) del anillo fibroso o porción externa del disco intervertebral. En este caso, suele aparecer dolor que, en algunos momentos, puede llegar a ser muy intenso, principalmente al levantar objetos, al inclinar el tronco o al girarlo, para luego disminuir.,
  • También es habitual que empeore al sentarse, ya que es en esta posición donde los discos lumbosacros soportan una carga tres veces mayor a la que tienen de pie. El alivio se consigue al acostarse semi inclinados y con las piernas apoyadas, o poniendo una almohada debajo de las rodillas para aliviar la presión.

qué es la protusión de disco

Este problema se conoce también como protrusión discal. Ocurre cuando el anillo fibroso (la parte externa del disco) se deforma por la presión del núcleo pulposo del interior, pero sin llegar a romperse.,

  • No suele requerir cirugía, lo habitual es que con unas sesiones de fisioterapia y medicación analgésica y antiinflamatoria el cuadro mejore y el dolor desaparezca.

cuándo aparece una hernia de disco

En este caso, el núcleo pulposo sale a través de la capa más externa del disco, el anillo fibroso, si este se rompe.

  • Si notas dolor lumbar, dolor en una pierna, a veces en las dos, hormigueos o debilidad, acude al médico para descartarla. Probablemente te mandará realizar una Resonancia Magnética.,

Cuando aparece una hernia discal, no siempre es imprescindible recurrir a la cirugía

No siempre está indicada la cirugía, a veces una buena rehabilitación, analgesia y la reeducación postural evitan tener que pasar por el quirófano.

Si esto falla, en las consultas especializadas conocidas como Unidad del Dolor se ofrecen diferentes tratamientos para solucionar los dolores sin necesidad de intervenir (por ejemplo, mediante infiltraciones epidurales).,

  • Como último recurso, y si no hay mejoría con todo lo anterior, es posible que si tengas que operarte.

si los discos se adelgazan

Cada disco tiene una altura determinada: en la región cervical suele medir 3 mm, en la dorsal 5 mm y en la lumbar unos 9 mm aproximadamente. Tan importante como la altura es que ésta sea proporcional en todas las zonas del disco para mantener la estabilidad de la columna y evitar lesiones.,

  • En la juventud, el disco tiene un aspecto húmedo y esponjoso pero con la edad va perdiendo su turgencia, se deshidrata y adelgaza, se queda rígido y es incapaz de absorber los impactos y golpes acelerando el desgaste natural del hueso vertebral.

Por eso es fundamental desarrollar la musculatura de la espalda con el fin de que ejerza de mecanismo de sostén.

deformaciones del hueso

En la columna también pueden aparecer «picos de loro» (osteofitos) que son protuberancias o pequeños «bultos” óseos.,

  • Si comprimen las raíces de los nervios que pasan por la zona provocan dolor.

¿se puede romper una vértebra?

La respuesta es sí. Se conoce como fractura vertebral por osteoporosis y se suele tratar con cirugía y reposo en cama, además de tomar medicación para mitigar las molestias.

Las fracturas vertebrales suelen causar un dolor intenso, que aparece de forma súbita y que, en general, no cede e incluso se incrementa con el paso del tiempo y el movimiento.